La Muralla
- Nombre: La Muralla
- Ubicación: Lima, Perú
- Fecha: 2004-2008
- Nº de Viviendas: 71
- Contexto urbano: Centro histórico
- Promotor: Municipalidad de Lima
- Arquitecto: Luis Jiménez Campos, Equipo EMILIMA
- Bibliografía:
Martín Blas, Sergio; Rodríguez Martín, Isabel (Ed.). Arquitecturas Vis. Vivienda de interés social en seis ciudades iberoamericanas. Ricardo Sánchez Lampreave / FAU USP. Madrid: 2018.
Diversidad programática y espacial en el centro histórico
Con el objetivo de regenerar y revitalizar el centro histórico de Lima, y con la intención de beneficiar a los grupos sociales de menores ingresos, el conjunto La Muralla propone la reconstrucción de un vecindario que ya tenía constituido un tejido social, y la densificación de sus edificaciones para obtener mayores y mejores espacios públicos, tanto hacia el interior del conjunto como en sus límites. El proyecto contempla la diversidad familiar entre los vecinos, y esto se refleja en la flexibilidad de las plantas de los departamentos.
El proyecto plantea la combinación de actividades, usos y trabajos diversos, desde locales comerciales hacia la calle Lampa hasta viviendas-taller en el interior del conjunto
En un lote de 4.350 m2 se organizan 5 bloques de viviendas y servicios que albergan 71 viviendas y otros usos. Los departamentos oscilan entre los 80 m2 y los 95 m2 en unidades tipo dúplex y tipo tríplex. Se incluyen además los cuatro locales comerciales, una sala de usos múltiples, un local comunal, un local para serenazgo, un local con fines turísticos y dos depósitos comunes. El proyecto busca que las actividades de esparcimiento de los niños, adultos y ancianos activen no sólo las calles exteriores y plazas interiores del conjunto sino también los pasadizos, corredores, escaleras y puentes que conectan a las distintas familias. En la calle Jirón Lampa, los portales se ven animados por la visita de turistas, paseantes y vecinos, que se detienen en sus espacios comerciales y dan vida al lugar.
Participación vecinal y economía de medios
La Municipalidad de Lima con la colaboración de la arquitecta Flor de María Valladolid promovió el desarrollo del proyecto en el año 2003 e inició al año siguiente la capacitación a hombres y mujeres de la población beneficiaria en técnicas constructivas: restauración, carpintería, yesería, jardinería, etc. Esta formación permitió a los vecinos participar de forma directa en la construcción de sus viviendas, convirtiéndose así en constructores de su propio hábitat. Pero, además, este proceso participativo sirvió también para pagar muchos de los jornales de los vecinos, generando trabajo y riqueza para sus habitantes. El proyecto, que tuvo que sortear contingencias como la aparición de restos originales de la muralla colonial, fue desarrollado bajo el modelo de la vivienda productiva, de modo que las familias pudieran destinar parte del área de su casa al desarrollo de actividades económicas orientadas al sector del turismo. Estas actividades ayudan a la creación de diversidad en el uso, fomentando la vitalidad del espacio vecinal común, así como su proyección en el espacio urbano del centro histórico de la ciudad.
Los vecinos de La Muralla no sólo han aprendido los oficios de la construcción para producir espacios de habitación y trabajo, sino que además han logrado mantener su barrio y construir su vivienda a bajo costo
Integración con la ciudad histórica
El emplazamiento del conjunto habitacional La Muralla en el centro histórico de Lima es ejemplar. No sólo consigue una buena integración morfológica en el paisaje urbano existente, sino también respecto a la proporción de las fachadas y a la espacialidad que logra en su ingreso principal. La continuidad de las líneas de composición de la calle, así como la variada red de espacios de transición como portales y zaguanes, incorporan el nuevo conjunto de vivienda a la trama histórica de la fundación limeña.
A través de portales, zaguanes, pasajes, plazas y escaleras, el conjunto se integra en la ciudad histórica del centro de Lima, logrando continuidad urbana, espacial y morfológica
Tanto en la fachada de la calle Jirón Lampa, como en el frente longitudinal al malecón del río Rímac, el ritmo vertical de los vanos y el tratamiento de llenos y vacíos se integran de manera natural. En el espacio interior del conjunto también se generan múltiples espacios de encuentro y desarrollo social, tanto en las áreas de circulación y acceso a las viviendas, como en las pérgolas, ingresos y umbrales entre los bloques. Estas transiciones entre lo exclusivamente privado y el espacio colectivo interior propician el desarrollo de relaciones sociales entre los vecinos. Finalmente, las escaleras y andenes entre los edificios de vivienda no sólo son elementos que resuelven la topografía y la conexión, sino que funcionan además como lugares de encuentro y estancia para compartir.
Texto por: Sharif Kahatt