Japurá

  • Nombre: Japurá
  • Ubicación: São Paulo
  • Fecha: 1945-1952
  • Nº de Viviendas: 310
  • Contexto: Metropolitano
  • Promotor: Instituto de Aposentadoria e Pensão dos Industriários
  • Arquitecto: Eduardo Kneese de Mello
  • Bibliografía:
    Martín Blas, Sergio; Rodríguez Martín, Isabel (Ed.). Arquitecturas Vis. Vivienda de inter´res social en seis ciudades iberoamericanas. Ricardo Sánchez Lampreave / FAU USP. Madrid: 2018.

Densidad cualitativa y cuantitativa

El conjunto Japurá no debe ser entendido sólo como un bloque de viviendas con reminiscencias de la arquitectura moderna sino como un conjunto en el que se integra una diversidad de usos para favorecer la vitalidad propia de una comunidad. El proyecto consiste en dos bloques diferenciados en tamaño y forma. Ambos bloques contienen parte del programa residencial (viviendas para solteros en el bloque bajo y viviendas tipo dúplex en el bloque alto) en combinación con una serie de usos comunes (áreas comerciales, restaurante, lavandería, oficinas en el bloque bajo y terraza superior en el bloque alto, además de jardines y lago en el acceso).

La incorporación de usos no residenciales resulta fundamental para potenciar la diversidad y la integración

Esta mezcla en la disposición de las actividades diferencia este proyecto de los conjuntos de vivienda modernos más ortodoxos, en los que cada uso o función se encuentra agrupado y diferenciado. En cambio, la sinergia aquí cultivada permite establecer un vínculo con valores que se encuentran presentes intrínsecamente en la vida y la cultura urbanas contemporáneas. Así, en Japurá, la ‘densidad cuantitativa’ referida a la simple agregación de funciones, se combina con la ‘densidad cualitativa’, concepto introducido por Solà-Morales, que remite a la variedad, mezcla y superposición de usos.

Racionalidad y paisaje doméstico

La alta densidad y la compacidad del bloque por las que el proyecto apuesta no dejan de lado consideraciones sobre la escala más humana, la importancia de los recorridos o la reflexión en torno a la agrupación y los tipos de vivienda. Con una densidad neta de 448 viviendas por hectárea y 310 unidades repartidas en los dos bloques, el conjunto busca la permeabilidad con espacios que generen una experiencia mixta entre la gran escala del bloque alto y la más doméstica del bloque bajo. Ambos bloques se unen mediante dos pasajes curvos paralelos que atraviesas las zonas comunes exteriores y conectan, por un lado con la calle, y por el otro con los dos núcleos de comunicación que llevan a las distintas plantas de viviendas y hasta la terraza semicubierta que corona el edificio donde los dos recorridos se unen y se produce una expansión visual hacia la ciudad. La sutil curvatura del bloque principal expresa un tratamiento plástico que mantiene una sensibilidad similar a la de los pasajes que unen los dos bloques. A pesar de la indiferenciada yuxtaposición de pisos que expresa el volumen principal, la distribución y agrupación de las viviendas apela a una estrategia que se hace eco de la que empleara Le Corbusier en su conocida Unité d’Habitation: corredores centrales cada dos niveles que dan acceso a viviendas tipo dúplex. En este caso, se trata de una solución reelaboorada que incorpora patios de luz y ventilación con el fin de mejorar las condiciones de habitabilidad y convierte los corredores de acceso en extensas calles de uso colectivo con luz natural.

La economía de las circulaciones y la alta densidad se hacen compatibles con una calidad específica en la experiencia de los recorridos y visuales

Escalas de relación entre edificio y ciudad

Una de las características más interesantes del proyecto de Japurá radica en la cuidada relación que se establece entre las escalas de la ciudad y del edificio. La fragmentación del proyecto en dos volúmenes permite un diálogo entre el bloque bajo, la calle y las construccioones linderas de menor tamaño, mientras que el edificio principal, más alto, se aleja de la calle hacia el interior de la parcela, logrando una transición entre las diferentes alturas. Esta solución responde a su vez a los condicionantes de la normativa.

La combinación de diferentes escalas en el mismo proyecto permite establecer un diálogo armónico con la ciudad mediante estrategias de transición y separación en la disposición de los volúmenes.

Frente a la limitación de la altura de construcción sobre la alineación al viario, que correspondía a una vez y media el ancho de la calle, el cuerpo principal se retira del espacio público con el fin de aumentar su altura máxima. Este recurso permite que el bloque bajo se adapte al tejido existente, sin generar contrastes abruptos. Se logra así la articulación entre el bloque alto y el entorno privilegiado en el cual se inserta, una zona central de São Paulo que en el momento de su construcción se encontraba en un periodo crucial de metropolitanización. En este sentido, el proyecto de Japurá puede considerarse precursor de algunas de las estrategias principales de la agenda urbana brasileña de principios del siglo XXI, demostrando que la vivienda para trabajadores de bajos ingresos es compatible con la densificación de áreas centrales.

Texto por: Leandro Medrano, Luiz Recamán