Curapaligüe

  • Nombre: Curapaligüe
  • Ubicación: Buenos Aires
  • Fecha: 1948-1953
  • Nº de Viviendas: 676
  • Contexto: Metropolitano
  • Promotor: Banco Hipotecario Nacional
  • Arquitecto: Héctor Fariña Rice
  • Bibliografía:
    Martín Blas, Sergio; Rodríguez Martín, Isabel (Ed.). Arquitecturas Vis. Vivienda de inter´res social en seis ciudades iberoamericanas. Ricardo Sánchez Lampreave / FAU USP. Madrid: 2018.

Placas Organizadas sobre el parque

El conjunto habitacional Curapaligüe, inaugurado en el año 1953 en el porteño barrio de Parque Chacabuco, no disimula su adhesión a ciertos postulados corbusieranos: seis placas en altura despegadas del suelo, resultado de distintas combinaciones de módulos edilicios emplazados como immuebles a` redents hacia los bordes de una ‘supermanzana’, en notorio contraste de altura y densidad en relación al tejido circundante. La decisión proyectual de ubicar los bloques levemente retirados de la línea municipal, alineando su orientación en dos direcciones perpendiculares dentro de una parcela trapezoidal de grandes dimensiones, genera un amplio espacio central de áreas verdes, logrando una atmósfera urbana particular donde la congestión y los ruidos se disipan.

La disposición de seis bloques quebrados ortogonalmente y emplazados sobre una amplia parcela permite enmarcar un espacio verde central

Asimismo, la disposición de las placas cuestiona la condición natural de borde y frente continuo de la ciudad tradicional, y aún cuando no se desentiende de la trama existente, propone una solución alternativa al damero colonial. La alta proporción de espacios ajardinados en relación a las superficies edificadas, así como la elevación de los bloques sobre columnas para permitir una planta baja liberada, dieron la posibilidad de circulaciones abiertas y visuales continuas, logrando que la presunta verticalidad de las placas no interrumpa la percepción de fluidez espacial a nivel peatonal, acentuada por la presencia de aleros que amplían las superficies de sombra y relativizan los límites entre exterior e interior.

Variedad volumétrica por la combinación de tipos

La propuesta tipológica se define por la implementación de bloques de diez y doce pisos, de perímetro libre, y cuyas articulaciones ofrecen piezas donde usualmente la longitud es mayor a la altura, mitigando el sentido de verticalidad del conjunto. De la misma manera, el desarrollo de tres tipos de unidades de vivienda posibilitó el diseño de distintas placas, cuyas volumetrías longitudinales y angostas a la vez parecieron condicionar las propias dimensiones de los departamentos. El primer tipo de placa A plantea unidades de vivienda de tres dormitorios que conforman tiras de simple crujía y doble orientación, con una versión A’, que contiene departamentos de dos dormitorios. Un segundo tipo de placa B propone unidades de dos dormitorios divididas por un eje axial que conforma un sistema de doble alineamiento de los recintos. El bloque 1 resulta así de la combinación de dos núcleos de circulación que reúnen cada uno cuatro viviendas B, y que constituyen un volumen lineal de doce pisos al cual se le agregan dos alas de diez pisos conformadas por los mismos tipos. El bloque 2 se estructura por una única pieza de doce niveles, con dos núcleos circulatorios que integran cuatro viviendas A’, mientras que el bloque 3 se constituye por el agregado de una placa ortogonal a un bloque igual que el anterior, compuesta por tres núcleos que congregan dos viviendas A cada uno. Por su parte, el bloque 4 replica la composición del bloque 1, agregándole esta vez sólo un ala de diez pisos de altura, y finalmente el bloque 5 alinea cuatro núcleos de viviendas A combinadas con una placa ortogonal de tipo A’.

Mediante una serie de articulaciones entre tres tipos de vivienda se consigue imprimir variedad formal y complejidad a la organización del conjunto

Economía y densidad no implican expresiones mínimas

En ese sentido, si bien el proyecto del arquitecto Héctor Fariña Rice suscribía a los cánones establecidos del racionalismo, la economía de recursos y la necesidad de alcanzar cierta densidad de ocupación del suelo -metas naturales en la vivienda racional- no desalentaron el diseño de amplias áreas verdes y comunes, de la misma manera que no renegaron de la conformación de células con recintos y habitaciones espaciosas. Las 216 unidades de dos dormitorios que repiten el tipo B, cuya superficie útil es de 82m2, junto a las 184 viviendas tipo A’ (78m2), más las 276 de tres dormitorios del tipo A (92m2), conforman una densidad media de 644 habitantes por hectárea en el complejo.

El complejo manifiesta una considerable racionalización de recursos y optimización de la ocupación del suelo, sin desestimar la generación de espacios nobles y superficies expresivas.

Una postura similar se manifiesta en la articulación entre estos espacios y el lenguaje expresivo de los bloques. Los servicios del edificio concentran circulaciones y áreas húmedas en núcleos verticales, que se ubican ponderando el eje compositivo de la fachada principal de cada bloque.

Texto por: Lucas Longoni, Alejandro Gregoric, Claudio Labra, Andrea Mech, Bárbara Romeo

  • © Fotografía por Sergio López